Una auténtica película de culto, un clásico y a la vez un absoluto desastre de ciencia ficción es lo que te recomendamos hoy. Suena raro, pero es cierto.
Cualquiera diría que las adaptaciones cinematográficas de Dune están malditas. Alejandro Jodorowsky fracasó con su visión megalómana y el director de culto David Lynch también quedó muy insatisfecho con su obra Dune – El planeta desierto en retrospectiva.
No fue hasta 40 años después cuando Denis Villeneuve ofreció versiones de sus dos películas de Dune con las que casi todo el mundo podía estar de acuerdo. Merece la pena ver la original de 1984, que se puede ver en Internet.
De esto va Dune El planeta desierto de David Lynch
En esta adaptación cinematográfica de la novela de Frank Herbert, también vivimos la historia de Paul Atreides (Kyle MacLachlan). El heredero de una poderosa dinastía acaba en el desértico planeta Arrakis, donde se extrae la codiciada especia. Se trata tanto de una droga alucinógena como de la materia prima más valiosa del universo, ya que es necesaria para los viajes espaciales.
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En las tribulaciones del año 10.191, la Casa Atreides, la Casa Harkonnen y la Casa Corrino luchan por la supremacía, la Especia y, por tanto, Arrakis. También es el hogar de los Fremen, un pueblo que puede montar los gigantescos gusanos de arena que se encuentran allí. Paul Atreides entabla amistad con los Fremen nativos y, con el tiempo, incluso llega a convertirse en su líder y supuesto salvador.
(Dune El planeta desierto (1984) de David Lynch)
La primera adaptación de ciencia ficción de Dune fue un mega-fracaso y David Lynch odia su película
Dune – El planeta desierto, de David Lynch, pretendía posicionarse como una especie de respuesta a La guerra de las galaxias, pero fracasó estrepitosamente en taquilla. Con un presupuesto de 45 millones de dólares, recaudó sólo 27,5 millones en todo el mundo (vía: The Numbers ).
A los críticos tampoco les gustó la película (Roger Ebert sólo le dio una estrella de cuatro en su mordaz crítica), que posteriormente fue cambiada por el estudio, para gran disgusto del director David Lynch. Todavía parece frustrado por lo que queda de su visión y, por tanto, es incapaz de ver las nuevas adaptaciones cinematográficas.
No obstante, merece la pena echar un vistazo a esta película tan idiosincrásica, que parece francamente estrafalaria desde la perspectiva actual. En la actualidad, existe incluso una base bastante amplia de fans de la obra de David Lynch que la celebran como una película de culto:
La mejor adaptación de Dune llegó al cine hace 40 años: el viejo fracaso hace sombra al nuevo éxito de la ciencia ficción
